Cuando el amigo llega a casa Barna muy amablemente le invita a pasar y cierra la puerta con brusquedad. El otro se asusta e intenta buscar una salida pero Barna es más rápido y le atiza en la cabeza dejando le inconsciente y le lleva a un cuarto secreto.
Al rato el amigo se despierta en un cuarto que no había visto antes, "No grites porque nadie te oirá" dice Barna, "Estamos en mi lugar prefiero, lo llamo el cuarto de los ritos"
Barna inicia un intenso interrogatorio con cánticos profanos para sonsacarle respuestas.
"¡NO SE DE QUE ME HABLA, SUÉLTEME!" grita el pobre, pero Barna ignora los bramidos y las súplicas.
Transcurre el tiempo y aumenta el grado de gritos y poder torturándole haciéndole sangrar sin compasión.
"Está bien te soltaré" cede por fin Barna, "pero jamás vuelvas por aquí o no seré tan benevolente" Y le saca a escondidas del cuarto con la cabeza tapada y la boca amordazada para que no gritara y despertase a nadie.
No hay comentarios:
Publicar un comentario