martes, 20 de enero de 2015

Pista de baile

Llega a casa por la noche cansado de trabajar. Es viernes, por delante un finde sin planes. Deja las llaves en la entrada, tira el maletín a una esquina (ya lo recogerá al día siguiente) y va ala cuarto a ponerse su mejor traje para celebrar una noche especial, el pijama.
No se extrañaba de nada, tarde o temprano lo echarían del trabajo (“como si fuera la primera vez” piensa) porque no resultaba productivo para la empresa. Estaba acostumbrado a que le dieran la misma excusa desde hace unos años (“no les necesito, ya habrá alguien que sepa valorar mi trabajo”).


viernes, 2 de enero de 2015

2 de Enero

Heme aquí de nuevo, caminando hacia atrás en la línea del tiempo. Ya sé que es una tontería, que lo que en el pasado se quedó no volverá a nosotros, que tomamos caminos separados y quién sabe si algún día se cruzaran, que nuestro tiempo acabó y enterramos nuestras risas bajo las sábanas. Pero no puedo cerrar el libro donde escribimos nuestra historia y guardarlo para que sus páginas se vuelvan como las hojas en otoño y se cubran de polvo mientras se sumergen en el olvido. En vez de eso lo cogeré desde el momento en que dijimos adiós y volveré a aquel 2 de enero del 20[?] para revivir desde el principio la historia que habla de ti y de mí.