martes, 3 de noviembre de 2015

Algunas cuestiones sobre la inmensidad del Universo

¿Qué somos?
Una mierda insignificante,
Un grano de arena en mitad del desierto,
Un aguja en el pajar que es este universo.
¿Estamos solos? Quién sabe, quizá tengamos la suerte de alquilar apartamentos en primera línea de playa a turistas de otros planetas en un futuro muy muy lejano.
Tantísimos sistemas solares, tantísimos planetas que ni el ordenador más listo podría contarlos todos.
¿Hay algo más allá de sus fronteras?
Como en Futurama, ¿habrá una puerta en las lindes de nuestro universo que conduzca a un universo paralelo? Ante esta cuestión me asalta el miedo de no ser, no tener existencia en esa otra alternativa, que otros hechos se estén desarrollando y sienta que todo lo que he realizado en este mundo hasta ahora haya sido en vano, que todo sea diferente y no ser consciente de ello.
¿Qué hubo antes del Big Bang? ¿La más completa soledad? ¿Una eterna noche cerrada sin estrellas en el firmamento? ¿U otro universo que no pudo más y acabó explosionando para resurgir como el fénix, más vivo y renovado?
Universo quiere decir uno. ¿Por qué uno? ¿Por qué no puede haber múltiples? Todos y cada uno de ellos danzando sin colisionar para no quedarse sin pareja de baile.
¿Tendrán fecha de caducidad? Cuando sean viejos, cuando el final les llegue, ¿ascienden al cielo de los universos?
Es absurdo pero un universo que contiene en sus entrañas a tantísimos astros no puede extinguirse así por las buenas.
Sería injusto; algo tan bello y misterioso, faltando rincones por surcar y secretos por descubrir, no pude desaparecer.
No mientras queden, en este planeta, rincones por explorar junto a ti y arcanos tuyos por descubrir.

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