Tras echar a toda la gente, Troner estuvo discutiendo con Zilsa y le pedía explicaciones de sus actos sin permiso.
Tan enfadado acabó Troner que la cabeza no dio para más y los cables se le cruzaron, cogió un bote de gasolina y empezó a rociar toda la casa.
Mientras vertía la gasolina pensaba en las infidelidades de su mujer, el bastardo que tuvo, el individuo que descubrió a Hisgo....
Poco a poco las llamas surgían como en busca de objetos que quemar a su paso.
Tan rápido se propagaban las llamas que toda la casa se casa se vio envuelta en pequeños demonios de fuego hambrientos.
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